Estados Unidos
Por Pablo Lyle se encuentra preso en el South Florida Reception Center, lugar al que llegó inmediatamente después de recibir la sentencia en su contra, y en el que permanecerá hasta que le sea asignada la cárcel en donde cumplirá su pena de 5 años.
El pasado 3 de febrero Pablo Lyle recibió su condena tras ser encontrado culpable de homicidio involuntario derivado de un altercado vial ocurrido en 2019 en una de las principales avenidas de Miami, donde se enfrentó con un hombre cubano de 63 años que luego perdió la vida.
Durante su permanencia en la cárcel temporal, el actor deberá cumplir algunas reglas que están establecidas en el manual de orientación, en donde se explican el comportamiento, procedimientos y rutinas de la institución y que fueron dadas a conocer por el programa “Ventaneando”.
Las reglas que debe cumplir el famoso en la prisión
Para evitar recibir sanciones Pablo Lyle deberá acatar al pie de la letra el reglamento, el cual establece en primer lugar que "no puede estar fuera de su área de alojamiento sin su identificación y debe ser visible en todo momento".
Tampoco puede estar "en un área no autorizada, excepto cuando esté acompañado y supervisado por empleados del departamento". Si llega a romper la regla podrá "ser interpretado como un intento de fuga y se tomarán las medidas apropiadas".
Por otra parte deberá llevar puestos de manera permanente el uniforme azul y los zapatos entregados por el Estado. Además en el manual se explica que desde el primer día se le asignó una cama de la cual "será responsable de la limpieza" y se encargará "de asegurar que el espacio de su alojamiento esté libre de contrabando".
Pablo Lyle podrá estar comunicado con el exterior, pero bajo ciertas reglas. Solo podrá llamar a las personas que estén en su "lista aprobada". Además, todas las llamadas podrán ser "monitoreadas electrónicamente". Los reclusos tienen prohibido el "uso o posesión de un teléfono celular".
Las visitas “son un privilegio y no un derecho”.
El manual del South Florida Reception Center señala que las visitas "son un privilegio y no un derecho", por lo que hay reglas estrictas al respecto. "Los detenidos podrán recibir visitas programadas regularmente de las personas en su lista aprobada de visitantes, excepto durante el proceso de admisión", estas se llevarán a cabo los sábados, domingos y días festivos.
