Normalmente puede sucedernos que en la vorágine de nuestro día a día, el cansancio mental o el estrés pueda ocasionarnos algún tipo de olvido. A todos nos ha pasado de no recordar algo, pero hay personas que pueden tener una memoria más frágil, y la buena noticia es que hay maneras de mejorar la concentración.
Para tener una buena memoria es fundamental tener un cerebro activo. Un cerebro que se ejercita será más sano y vital y una de las principales ventajas es que ayudará a superar esos olvidos que para muchos se empiezan a hacer más frecuentes con el paso de los años, como cualquier proceso vital.
El cerebro tiene una forma excelente de adaptarse y cambiar a lo largo de la vida, formando nuevas vías neuronales, mejorando las conexiones existentes y adaptándose y reaccionando a cómo usamos nuestra mente, pero para eso es fundamental lo que nosotros podemos hacer por él.
'Tips' para fortalecer la memoria
En la búsqueda de poner el cerebro a trabajar para que esto incida directamente en nuestra memoria, existen tres 'tips' por demás eficaces como así también fáciles de practicar, y son los que se mencionan a continuación.
- Estimular el cerebro: Podemos hacerlo leyendo libros, revistas, periódicos, armando rompecabezas, escribiendo un diario, estudiando un idioma. De esta forma nuestro cerebro nos ayuda a mejorar procesos básicos como la memoria. También nos obliga a estar activos y, lo que es mejor, nos protege frente al paso del tiempo y posibles dolencias degenerativas.
- Disfrutar del aire libre para liberar tensiones: Sería ideal que cada día pudiéramos tener al menos una hora de tranquilidad para disfrutar al aire libre. Pasear, andar en bicicleta o caminar con una mascota despeja nuestra mente y libera tensiones, ya que recibimos fantásticos estímulos como olores, sensaciones, sonidos… Todo ello relaja y ayuda al cerebro y a la memoria.
Lo más útil y entretenido es proponernos nuestros propios juegos de memoria.
- Pequeños ejercicios mentales cotidianos: Lo más útil y entretenido es proponernos nuestros propios juegos de memoria. Por ejemplo, contar los escalones que hay en la casa u oficina, en el colegio, en el gimnasio. Cuando veamos una matrícula intentar recordarla y evocarla dos horas después. Memorizar el número de los móviles de amigos o familiares.